Paternidades en de-construcción

Paternidades en de-construcción

Algo está cambiando en torno a la paternidad y la masculinidad tal como las conocíamos hasta hace muy poco. Me refiero a una masculinidad definida según los términos del patriarcado y a la paternidad derivada de los mismos parámetros.

El patriarcado es la estructura básica de nuestra sociedad (la sociedad occidental específicamente ya que no ha existido siempre ni en todas las culturas). Su principal característica es la jerarquía y autoridad de los hombres y de todo lo masculino sobre mujeres, niñes y diversidades. Este modelo presenta lo masculino y lo femenino a partir de categorías estereotipadas, dicotómicas y complementarias. El varón masculino del patriarcado debe ser cisgénero, es decir personas que nacieron con pene y testículos y fueron asignadas como varón al nacer. Se autoperciben como varón y se sienten atraídos sexualmente por mujeres cisgénero. Sus características principales deben ser: fuerte, valiente, activo, conquistador de territorios y de parejas, su rol principal es ser el proveedor económico del hogar y el garante de su seguridad. Detenta autoridad sobre todes les integrantes de la familia. Con respecto a lo emocional el enojo o la ira son sus emociones prevalentes. Lo femenino se define en contraposición a las características de la masculinidad pero además están infravaloradas socialmente.

Podemos decir entonces que la masculinidad en singular es un mandato, un conjunto de normas, de prácticas y de discursos que asigna a los varones (cisgénero y heterosexuales) una posición social, privilegiada respecto de otras identidades de género. Además, su ejercicio es naturalizado e invisibilizado por los varones lo que hace más difícil la de construcción

Modelo de paternidad del patriarcado

El estereotipo masculino del patriarcado conlleva a un modelo de paternidad en la que se valora la autoridad, el control, el sometimiento y los roles de proveedor y protector. Un modelo de paternidad emocionalmente distante, no involucrado en los cuidados de menores ni de personas enfermas o personas adultas mayores y tampoco en las tareas de reproducción de la vida cotidiana.

Paternidades en De-construcción

La idea de nuevas paternidades o paternidades en de-construcción se construye como una propuesta alternativa a la paternidad tradicional. Hoy en día, cada vez más varones (varones cis, varones trans y otras identidades masculinas) buscan alejarse de la masculinidad y la paternidad estereotipada del patriarcado para vivir una relación de igualdad con sus parejas (si las tienen) y participar corresponsablemente en las tareas del hogar y en el cuidado sus hijes.

¿Por qué replantearse los términos del patriarcado?

Como dijimos, se espera que los varones sean masculinos, lo que implica que deben ser autosuficientes, estoicos, valientes, líderes, trabajadores y, en todo momento, evitar conductas estereotipadas como femeninas: la expresión de sus emociones, la empatía y el rol de cuidador…etc. Bajo este modelo, muchos hombres tienden a considerar como “normales” algunas conductas de riesgo, como el consumo de alcohol u otras sustancias, o bien comportarse de forma agresiva para demostrar su virilidad”

Ese modelo de masculinidad puede traer además de dificultades en la relación con otres, problemas de salud: como estrés, ansiedad, dificultad para controlar la frustración y los impulsos e incluso depresión.

Afortunadamente hoy abundan historias personales, grupales y de hasta organizaciones mundiales que bregan por desmantelar el mandato de masculinidad del patriarcado. Tal es el caso de la Red PATERNIDADES TRANS (@paternidadestransargentina), el colectivo de varones desobedientes (@varonesdesobedientes), Comunidad Paternando (@paternando.ok). Estas y muchas otras propuestas ofrecen talleres de preparación para la paternidad (paternidad de varones cis y paternidad de varones no heteronormados) donde se abordan las vicisitudes de ser padre, tareas de cuidado, disciplina, el ejercicio del poder en las relaciones, la gestión y expresión de las emociones con una fuerte impronta hacia la toma de conciencia de lo necesario y enriquecedor de la corresponsabilidad en la crianza.

A nivel macro se encuentra el “MOVIMIENTO DE HOMBRES POR LA IGUALDAD” conformada por asociaciones, redes, colectivos y otras organizaciones distribuidos por todo el mundo. Posee un observatorio, tienen además actividades de divulgación, de formación e investigación. En Argentina tiene sede en Bariloche y en CABA.

Campaña “Queremos más días para cuidar”

El sábado 18 de junio del corriente año, en vísperas del día del padre, diferentes colectivos de masculinidades y paternidades y xaternidades de todo el país, lanzaron la Campaña Paternar, con el objetivo de exigir la ampliación de la licencia por paternidad con carácter obligatorio y remunerado.

El lema fue “Queremos más días para cuidar” como manifestación de la decisión de implicarse cada vez más en las tareas de cuidado y crianza, pero no como figura “que ayuda a la mujer”, sino como coprotagonista del proceso parental. Con la legislación vigente, hoy, un padre tiene solo 2 días de licencia cuando nace su hije. Es necesario y urgente avanzar en un sistema integral y federal de cuidados, que modifique el régimen de licencias por nacimiento o adopción universal, adaptable a las necesidades de las familias, en toda su diversidad y que promueva la corresponsabilidad.

En Latinoamérica existen 15 modelos de licencias parentales. Argentina se encuentra en el puesto 14, en un conjunto de países con “menos de 5 días de licencia por paternidad”. Cabe destacar que en todos los casos las licencias para los padres son muy inferiores a las otorgadas a las madres o personas gestantes. En algunos países existen las «licencias parentales» que implica la toma de períodos no laborales por parte de ambas partes, al mismo tiempo o no. En los últimos 20 años, se han presentado centenares de proyectos de todos los espacios políticos con representación en el Congreso, que tienden a modificar las licencias con horizontes de más co-responsabilidad. Lamentablemente sin ningún avance.

Este trabajo de deconstrucción nos implica a todes sin distinción, cada quien desde su lugar puede dejar de reproducir estereotipos mandatos, violencias, privilegios.
Muchas personas estamos repensando nuestra forma de habitar este mundo, nos estamos interrogando sobre cuestiones que antes dábamos por ciertas,  estamos de-construyendo, queremos una sociedad con relaciones equitativas, respetuosas, empáticas y amorosas.

 

Lic. Carla Escobar MP 47930

Esp. Nancy De Virgilio MP 46209

 

 

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